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La jueza penal Florencia Caruso, titular del Juzgado de Instrucción N°6 de Cipolletti, lleva adelante una serie de diligencias judiciales en relación al secuestro de 43 aves de 10 especies, cuya venta está prohibida.
El viernes, la jueza informó que la Fiscalía promovió acción penal por los delitos de tenencia y comercialización de aves, figuras contempladas en la Ley Nacional 22.421.
Además, citó a declaración testimonial a la persona que realizó la denuncia y a los funcionarios de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la provincia de Río Negro que intervinieron en el procedimiento y son los depositarios judiciales de las aves.
El 4 de octubre, Caruso autorizó un allanamiento y el posterior secuestro de 43 aves de 10 especies cuya venta está prohibida. La medida preventiva se realizó en un domicilio particular de Cipolletti, jurisdicción de la Comisaría 24 y se enmarcó en lo establecido por la Ley Nacional 22.421 que prohíbe la tenencia y comercialización de fauna silvestre. En la provincia, también rige la ley de Fauna Q2056.
Recomendaciones de la Dirección de Fauna Silvestre
Aunque los animales silvestres enjaulados sean cuidados, se deprimen, estresan, debilitan y terminan enfermos. Así pueden contraer peligrosos virus, bacterias y hongos contagiosos para el ser humano. Este fenómeno, mediante el cual los humanos contraemos enfermedades de los animales se denomina zoonosis.
Hay descriptas más de 200 enfermedades zoonóticas de origen vírico o bacteriano entre las que podemos citar: Tuberculosis, Salmonelosis, Campylobacteriosis, Echinococosis, Listeriosis, Rabia, entre otras.
Junto con la introducción de ejemplares existe el riesgo de ingresar enfermedades no presentes en el área, las que pueden tener consecuencias sobre la actividad productiva y sobre la biodiversidad. Siempre es importante tener en cuenta que mediante el incorrecto manejo de los efluentes y residuos de las especies exóticas mantenidas en cautiverio se colabora de manera sustancial a la dispersión de agentes patógenos.
Muchas veces y dado el desconocimiento respecto a la legislación vigente, la gente es estafada en su buena fe y compra ejemplares de la fauna silvestre, los que son vendidos de forma ilegal y en transgresión de toda las normas de la Dirección de Fauna Silvestre provincial.
