El Ministerio de Salud de Río Negro, a través del Departamento de Zoonosis, solicitó tomar precaución ante la aparición y picadura de alacranes, arácnidos y serpientes. El organismo indicó que los meses de calor son los más riesgosos para estos casos.
El Departamento de Zoonosis remarcó que durante estos meses confluyen dos factores básicos; las altas temperaturas que favorecen la aparición de estas especies, como así también la mayor exposición de personas a las picaduras por pasar más tiempo al aire libre.
Los casos de picaduras en niños y adultos ocasionadas por estos insectos y animales ponzoñosos comienzan a multiplicarse desde noviembre y continúa en ascenso a lo largo del verano. Hay víboras, arañas y alacranes que con sólo una picadura pueden poner en riesgo la vida de las personas.
Dos especies de araña y una de víbora tienen importancia médico-toxicológico en Río Negro. Si de arañas se trata hay que tener especial cuidado con la “viuda negra” que es extradomiciliaria y sobre todo la llamada “araña de los rincones o de los cuadros” exclusivamente intradomiciliaria, cuyas picaduras provocaron los únicos casos mortales de los últimos años.
Otra especie de insecto preocupante es el alacrán cuyo veneno es capaz de provocar la muerte en sólo dos horas. Esta especie está presente en zonas urbanas y por efecto del cambio climático en los últimos años y de manera sostenida, viene bajando de las provincias del norte, desde áreas de zonas endémicas. La variedad venenosa no se encuentra en nuestra provincia, pero si otras especies no tan ponzoñosas que pueden ocasionar molestias.
Los casos, que son prácticamente inexistentes durante los meses de frío, comienzan a aumentar lentamente a partir de septiembre, se multiplican en noviembre y alcanzan su pico máximo entre diciembre y febrero. La peligrosidad de estos cuadros no depende directamente del tipo de animal que haya producido la inoculación; intervienen otros factores como cantidad de veneno inoculado, zona corporal de inoculación y la edad del paciente.
En cuanto a las víboras, la yarará es la más preocupante. Los antivenenos que se producen en mayores volúmenes en el mundo son los antiofídicos (para tratar envenenamientos por serpientes), los antiescorpiónicos (para tratar el envenenamiento por alacranes) y los antiaraneicos (para tratar los envenenamientos por arañas).
Los accidentes de víboras ocurren desde muy temprana edad, ya que los niños desconocen el peligro de jugar con una víbora, se sienten atraídos y las mordeduras generalmente son en las manos y los pies. Luego se advierte una importante disminución de accidentes en relación con el aumento de la edad.
Los accidentes aracnídicos guardan estrecha relación con las tareas rurales de recolección de cosechas, por lo que la época de ocurrencia de accidentes estaría más relacionada con el tipo de tareas, que con los ciclos estacionales. Las edades de los pacientes también mantienen esta vinculación, ya que las tareas de cosecha en nuestro país empiezan en la edad adolescente, y se observan las mayores frecuencias entre 10 y 20 años, luego de 30 a 40 y nuevamente entre 50 y 60 años.
En víboras, se recurre a la consulta bastante más rápidamente que en los casos de picaduras de arañas, ya que la mordedura se detecta en el momento que ocurre, es claramente apreciable y el accidente no pasa desapercibido, como puede ocurrir con el araneismo, que suele determinar la consulta a las 10 o 12 horas después de ocurrida, cuando empieza el dolor muy fuerte y la conocida sensación de muerte, que se revierte con la aplicación del antiveneno específico.
Ante una picadura de alacrán se debe asistir al centro de salud más cercano, y si es posible se debe llevar el alacrán vivo, que debe ser capturado con una pinza y colocarlo en un frasco con o sin alcohol (rebajado al 70%) y si está muerto y algo deformado en su conformación, muchas veces puede ser reconocido. Algunas características del no ponzoñoso es de coloración marrón y el dorso del cuerpo de la misma coloración, en cambio el peligroso es de coloración amarillo-marrón con líneas longitudinales en su cuerpo.
Medidas de control
Desde del Departamento de Zoonosis se recomienda quitar los objetos sueltos bajo los cuales pueden habitar los alacranes, trate cuidadosamente los lugares donde pueden esconderse (debajo de muebles, entretechos, etcétera).
No mantener objetos desordenados en el piso (como cajas) apilados tras de puertas o rincones, tanto para arañas y escorpiones. Al acampar, tener la precaución de fijarse donde lo hacen e incluso en sus caminatas, evitando lugares con pastizales altos o entre las piedras.