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Un turista coreano, del cual solo trascendió su nombre (Hang) viajaba en bicicleta desde Piedra del Águila (Neuquén) a Bariloche cuando fue atropellado por el conductor de un vehículo, que se dio a la fuga. No obstante, un vecino ayudó al accidentado y la Municipalidad de Bariloche le dio asistencia y difundió la lamentable situación que atravesó el ciclista.
El comunicado oficial
El abandono de personas debe ser una de las situaciones más extremas y egoístas que puedan registrarse. La humanidad del ser, para bien y para mal, queda de manifiesto ante situaciones como las que vivió el ciudadano coreano de nombre Hang (preservamos su apellido por respeto), días atrás cuando viajaba en bicicleta hacia nuestra ciudad (Bariloche).
Las ilusiones de Hang de recorrer de Canadá a México y de Buenos Aires a Ushuaia en bicicleta sufrieron un desencanto cuando un vehículo que transitaba por la recta que va de Norte a Sur camino a Piedra del Águila lo atropelló y dejó lo tirado a la vera de la ruta.
El turista disfrutaba de la hermosura que ofrece la geografía de Piedra del Águila en su bicicleta cuando, transitando por la ruta, fue embestido por un vehículo; dándose este último a la fuga, abandonando a su suerte al visitante.
Por suerte, y tratando de revertir la imagen de los inhumanos compatriotas, apareció una camioneta tripulada por Juan (también preservaremos su apellido), quien asistió al herido llevándolo al puesto policial en Piedra del Águila.
Una vez realizada la denuncia correspondiente, ambos encararon para San Carlos de Bariloche, donde la Secretaría de Turismo y Producción se puso al frente del cuidado y atención del visitante.
El Municipio dispuso de todos los recursos a su alcance para colaborar con el viajante, poniéndose a disposición para lo que necesite. Hoy, Hang se encuentra en franca recuperación alojado en un hostel (gestionado por la mencionada cartera municipal), a la espera de poder continuar en un par de días con su viaje hacia Ushuaia.
La solidaridad y el respeto por la vida humana no debe perderse nunca, cualquiera sea la circunstancia que se presente. Más allá de la experiencia del amigo Hang, la humanidad debería seguir los ejemplos como los de Juan. Esta generación, y las futuras, necesitan cada vez más de ellos. El mundo los necesita.
