Durante los festejos por el triunfo de River Plate, un grupo de sujetos produjo roturas en varios comercios del centro de la ciudad de Viedma. Este viernes, la Cámara de Comercio local difundió un comunicado, titulado “Una reiteración que preocupa cada vez más, cuando el vandalismo se disfraza de festejo”. El texto puntualiza:
“Encubierto por una nueva celebración deportiva, el vandalismo volvió a hacerse sentir en nuestra ciudad. Hace pocas horas fuimos testigos y víctimas del accionar de un grupo de inadaptados -delincuentes, digámoslo sin eufemismos- que, disimulado entre quienes celebraban, aprovecharon nuevamente la evidente falta de prevención para ejercer su accionar.
Los incidentes ocurrieron durante los festejos de los simpatizantes de River Plate, tras un triunfo logrado por su divisa. En medio de la celebración, parte de los numerosos participantes aprovechó la oportunidad para atacar algunos comercios.
En un local de la calle Buenos Aires rompieron una vidriera y sustrajeron parte de la mercadería. Hace pocos días -el domingo anterior-, otro negocio de la misma arteria fue víctima de un hecho similar.
Entonces y ahora, desde la Cámara de Comercio, Turismo, Industria y Producción manifestamos nuestra preocupación por lo ocurrido y la solidaridad con los afectados. Asimismo, estamos convencidos que la situación, de la cual ya nadie está exento, requiere decisiones y acciones que las contengan, lo que hasta ahora evidentemente no ha ocurrido”.
A las autoridades correspondientes
Entendemos que se trata, se dice, de un hecho cultural con causas de tipo social muy profundas, que lógicamente deben ser tratadas. Pero, también es necesario actuar sobre el presente mismo y como no hablamos de castigos ni mucho menos de mano dura, aclaramos -para que nadie nos malinterprete- que nos referimos a medidas preventivas. Una situación que debe ser analizada por las autoridades correspondientes, las que entendemos tienen experiencia en la temática.
Creemos necesario el aumento de la vigilancia en las calles, que hoy por hoy nos parece insuficiente, como los propios comerciantes lo aseguran ante los acontecimientos ya comentados.
Cada hecho de vandalismo afecta a gente de trabajo. Es muy grande la impotencia que siente el comerciante ante estas situaciones que lo afectan directamente a él, pero también afectan a sus empleados, que inclusive están padeciendo situaciones difíciles por la caída en las ventas, los aumentos en los costos de funcionamiento, la cada vez mayor presión fiscal, la competencia desleal de mercadería de dudoso origen que llega de lugares de venta irregular.
En resumen, las exigencias para el comercio legal y a la calle no se condicen con los servicios y cuidados que debería tener.
Necesitamos y esperamos que cada uno asuma la postura que le corresponda y que hechos como los que hoy comentamos no vuelvan a repetirse”.