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La fiscal Cecilia Confield, de los Tribunales de Morón, provincia de Buenos Aires, destacó ayer la labor del perro “Corbata”, que durante varios años integró la Policía de Río Negro y fue entregado hace poco a su dueño original. El perrito era especialista en odorología forense y colaboró en más de 200 casos policiales en el país y el exterior.
Confield efectuó declaraciones difundidas ayer por un canal televisivo porteño, que calificó a Corbata y Bruno como “los perros héroes”.
En noviembre de 2015, Corbata fue fundamental para encontrar a una nena –Mía- raptada por un joven sospechoso en ese momento de matar a su madre y su hermano.
Confield, además de resaltar la labor de Corbata para resolver ese caso, aludió a “Bruno”, colega del perrito rastreador rionegrino, que fue pasado a retiro con honores por la Policía de Río Negro, luego de haber ayudado en el esclarecimiento de decenas de casos policiales en esta provincia y en otros puntos del país y el exterior, algunos de gran resonancia.
El animal, un mestizo de 14 años, sufría una parálisis en la cadera y problemas cardíacos y renales, por lo que las autoridades aceptaron devolvérselo a su dueño, el médico veterinario y especialista en odorología forense Mario Rosillo.
Oportunamente, Corbata recibió una medalla de honor durante un acto realizado en el patio de la Jefatura de Policía de Río Negro, durante un emotivo momento que contó con la presencia de numerosas personas.
En su momento, el sargento ayudante Agustín Fernández contó que “Corbata” tuvo una importante participación en dos casos resonantes: los secuestros y desaparición y muerte en Paraná de la joven Fernanda Aguirre en julio de 2004 y de Otoño Uriarte en octubre de 2006, en Fernández Oro.
El perro trabajó con Rosillo durante ocho años en odorología forense, una técnica que detecta el olor humano en la escena del crimen utilizando perros.
