Aquí me pongo a cantar
cuando la tarde se inclina
templando la mandolina
para decir mis verdades
y mostrar las cualidades
de esta tierra rionegrina.
La política vernácula
no parece tener fin:
con sonido de clarín
se cocina en el concierto,
el entredicho de Alberto
con el roquense Martín.
Ya bailan las mascaritas
rumbo al dos mil diecinueve
ni un cabello se les mueve
y a los cargos van seguros
entre sofocos y apuros
solo el poder los conmueve.
Imagen: Fernando Rocchia