La categoría más popular del país se diferencia del Súper TC 2000 y de la Fórmula 1 y lo mismo harían el TN y el TR V6. “Esconderlas es faltarles el respeto a las chicas”, opina la gerente de marketing. Gastón Mazzacane, de la comisión directiva y el más veloz ayer, evitó hablar del tema.
El Turismo Carretera, fiel a su estilo, elige y remarca su hoja de ruta. La restricción a las promotoras que encaró el Súper TC2000, un acompañamiento a una medida que había adoptado la Fórmula 1 para 2018, no solo no tuvo un correlato en la presentación del TC en Viedma, sino que además los pilotos y el departamento de marketing y difusión se pronunciaron en contra o prefirieron abstenerse de dar una opinión. La preocupación del grupo de promotoras en el autódromo también se hizo conocer: las chicas entienden que la determinación afectará las fuentes de trabajo.
El ruido que instaló la decisión del STC 2000 y de su categoría telonera, el TC 2000, no impactó en el TC y, según supo LA NACION, tampoco el Turismo Nacional y el Top Race V6 se unirán a la restricción.
No fue una jornada de nerviosismo la primera del año; todo se desarrolló con naturalidad, sin acciones impostadas. Al caminar por la calle de boxes, el escenario ofrecía la vista panorámica de siempre: mecánicos alistando los autos para la tanda inicial de entrenamientos, pilotos dialogando con ingenieros y promotoras al costado de los boxes, en su mayoría con sus paraguas publicitarios abiertos, una manera de protegerse del sol que caía como plomo. “La ACTC se va a mantener como hasta ahora. No tenemos motivos que nos inviten a ensayar algún cambio respecto a la presencia de las promotoras”, aseveró Carolina Barbero, gerente de marketing de la Asociación Corredores Turismo Carretera . “Creo que esconderlas es la peor medida. Es faltarles el respeto a las chicas que están trabajando, que desarrollan una tarea de promoción de una marca, de una empresa. Nosotros nunca tuvimos quejas, porque trabajamos con agencias. Las chicas tienen cobertura médica y ART, se les respeta los horarios de alimentación y de descanso… No pensamos a la mujer como un objeto y hay muchas voces que opinan sin conocer el ambiente. Muchos se quedaron en el pasado”, sostuvo.
Así como el campeón de Súper TC2000, Facundo Ardusso, pateó el tablero y se paró en la vereda de enfrente de la decisión de la categoría que lo coronó en 2017, Matías Rossi, que ofrece miradas siempre punzantes, elevó la apuesta.
“No estoy de acuerdo porque no las tomo como un objeto, no las cosifico. Conozco a muchas chicas que trabajan y sé que pagan sus estudios o ayudan a sus familias”, había resaltado Ardusso, que defiende a Torino en el TC, una estructura que compite bajo el techo de Renault Sport, terminal con la que corre en STC2000. Rossi, que también se destaca en las dos categorías más importantes del país, con Ford y Toyota, señaló: “Me gusta que estén las chicas.
Son parte del folclore del automovilismo y el ambiente no las observa como un objeto sexual, de deseo. Por eso me gustaría que estuvieran también en STC2000. Me habría gustado hablar con el presidente de la categoría [Antonio Abrazian], aunque lo primero que se debió hacer, lo básico, era preguntarles a las promotoras y después al público qué opinaban sobre la decisión”.
Leonel Pernía, otro piloto que corre en TC y en STC 2000, también se mostró contrariado. “Si vas a portarte mal vas a hacerlo siendo promotora o detrás de un escritorio. Creo que no es la solución quitarles lugar a las chicas que están haciendo su trabajo”, juzgó. El campeón de TC, Agustín Canapino, calificó al tema como “sensible” y prefirió guardarse la opinión, al igual que Gastón Mazzacane, que fue piloto de F. 1 en 2000 y 2001 y ahora es parte de la comisión directiva de la ACTC, además de protagonista en la pista. “No tengo promotoras, nunca las tuve en mi equipo”, señaló, por su parte, Mariano Werner.
También se hicieron escuchar las afectadas. “Yo hago tres categorías: TC, TN y STC 2000. Ya nos dijeron que en STC 2000 trabajaremos en la calle de atrás de los boxes, en stands, pero no tendremos visibilidad durante la carrera, por lo que aquella empresa que publicite, al no ver más a su marca en la pantalla, dejará de convocarnos. Creo que atacan al automovilismo por lo que eran la ropa y la voluptuosidad de las modelos hace años, pero eso cambió. Esto nos quitará trabajo, sin dudas. Yo trabajo en una oficina y los fines de semana hago promociones en las carreras”, manifestó Sofía Correa, de Nova Racing.
Otra de las chicas, Jesica, que vestida de negro publicita, en esta carrera y por primera vez, al equipo Renault Sport, enfatizó: “Estudié en el profesorado de Bellas Artes y al dinero que junto como promotora lo utilizo para viajar, conocer. Creo que esto se trata de una moda, una mala moda que nos perjudica”.
Texto y foto La Nación