El calor, las variaciones de temperaturas y el cambio climático favorecen la reproducción de jejenes o moscas negras que muerden y, aunque no son transmisores de ninguna enfermedad, producen heridas dolorosas y posibles infecciones en humanos y animales.
El Ministerio de Salud de Río Negro recomendó usar ropa con mangas largas, liviana y de colores claros, y utilizar algún tipo de repelente.
Otra acción clave consiste en evitar que se reproduzca la mosca, evitando acumular recipientes con agua que permanezcan a la sombra.
No obstante, ante la mordedura de estas moscas, se sugiere aplicar alcohol y evitar rascarse, ya que al generarse lesiones pueden entrar las bacterias al cuerpo y producir infecciones.
Los jejenes son de hábito predominantemente diurnos y se los suele encontrar cerca del cauce de los ríos, formando enjambres con un gran número de individuos. Hay 300 especies y su acción va desde las zonas urbanas hasta las zonas rurales.
El aparato bucal de los jejenes es de tipo mandibular produciendo picaduras similares a una mordedura, resultando en una fuerte irritación e inflamación en la zona.
Se alimentan de néctar floral o savia de los vegetales, pero las hembras son además hematófagas, es decir, que se alimentan de sangre de aves, mamíferos y humanos.
Se mencionó que son originarias del Norte del país y que debido a los cambios climáticos han proliferado en la Línea Sur.