Dos bicipolicías (una mujer y un hombre) de Viedma que realizaban esta mañana una recorrida por la calle Santa Rosa, entre Rivadavia y Tucumán, a 10 cuadras del centro de la ciudad, vieron estacionada frente a una vivienda una motocicleta, sin patente ni elementos de plástico colocados. Esa situación les llamó la atención.
Los efectivos tocaron el timbre de la casa, de donde salió la propietaria. Inmediatamente, llamó a un joven que se encontraba en el patio interno realizando tareas de jardinería.
En la calle, el muchacho fue consultado acerca de la documentación de la motocicleta, de baja cilindrada, y dijo ante los policías tenerla en su propio domicilio, ubicado en un popular barrio de esta ciudad.
Poco después, todo quedó aclarado –aparentemente el joven pudo justificar la procedencia legal del motovehículo- y los dos policías siguieron la marcha de rutina en ambas bicicletas. Muy bien por la tarea de prevención.