A las ya conocidas historias de las mujeres que realizan tareas en la chacra, como Verónica, de General Roca y Elba, de Fernández Oro, se suma la de Mirella, quien trabaja en una chacra desde los 15 años, en Cinco Saltos, a pesar de su problema de salud y de la pérdida de más de 16 kilos, no quiso perderse la cosecha.
Por ese empeño y voluntad puede mantener a sus tres hijos. A sus familiares más cercanos les dijo: “Aunque sea a la rastra muevo la escalera”.
Mirella Carrasco trabaja en la empresa Tres Ases, de Cinco Saltos, y en este momento está cosechando. “Es la única mujer que hay en esa chacra. Estoy orgullosa de mi hermana” dice Melina Carrasco.
Un claro ejemplo de constancia y voluntad de una mujer que, como tantas otras, realiza las labores rurales a diario.
Publicado por Miguel Ángel Parra en Facebook