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El plantel de Sol de Mayo de Viedma, equipo del torneo Federal A, salió de su ciudad el jueves pasado y recién regresará este miércoles. Casi una semana de travesía para jugar, primero, ante Defensores de Villa Ramallo (perdió 2-1). Y, después, siguió viaje hacia Santa Fe, donde ayer se midió con Rosario Central por la Copa Argentina. Valió la pena tanto viaje: los de Viedma se dieron el gran gusto de eliminar al vigente campeón. Luego de empatar 2-2 (iban ganando 2-0), lo dejaron en el camino por 5-4 en la definición por penales.
“Estoy contento porque hicimos historia. Somos un club que recién nos iniciamos. Nos encanta jugar a estas cosas. ¿El penal? Fuerte, al medio…¡como una final!”, dijo Lucas Malacarne, autor del penal decisivo. Después fue uno más de los que posaron con el cheque para el ganador: $670 mil por pasar a la siguiente instancia, en la que esperan Colón o Acassuso.
La institución de Viedma vive su mejor momento deportivo. Consiguió llegar al Torneo Federal A en el último semestre, pero para 2019 hubo que disminuir el presupuesto. Conclusión: el presidente, Adán Valdebenito, se hizo cargo del equipo que tiene como capitán a Diego Galván, exjugador de River. El objetivo: destinar en refuerzos el dinero que estaba reservado para el sueldo del entrenador. En el plantel también está Fernando Valdebenito, hijo del entrenador. Todo queda en familia.
Aunque en Viedma soñaban con que el fixture les deparara un partido con River, vigente campeón de la Copa Libertadores, a los rionegrinos les tocó el actual monarca de la Copa Argentina, Rosario Central. Claro que enfrente no estuvo ese equipo que levantó el trofeo dirigido por Edgardo Bauza. La dirigencia resolvió despedir al Patón por los malos resultados y le encomendó la dirección técnica a un hijo dilecto de Central: Paulo Ferrari.
La camiseta del arquero
Cuando el partido aún no había comenzado, el árbitro Héctor Paletta advirtió que la camiseta de Leonardo Torres, arquero de Sol de Mayo, podía llegar a confundirse con la de los jugadores de Rosario Central. Pidió que se la cambiara…pero sin remeras con otros diseños ni colores disponibles, hubo que abrir la utilería de Colón para que Torres pudiera atajar…con los colores sabaleros.
Los ayudantes del equipo rionegrino emparcharon la camiseta poniéndole cinta adhesiva al escudo de Colón e improvisaron un número uno en la espalda para que se notara que era un atuendo de un aNo es la primera vez que un arquero debe calzarse la camiseta de Colón antes de disputar un partido de Copa Argentina en el Cementerio de los Elefantes. El antecedente data de noviembre de 2011, cuando Patronato de Paraná se midió con Newell’s Old Boys en los treintaidosavos de final de la Copa Argentina de ese año. Sebastián Bértoli (que aún hoy es el arquero del equipo paranaense) debió ponerse la camiseta de arquero de Diego Pozo, entonces arquero de Colón, porque Carlos Maglio, árbitro del partido, entendió que su vestimenta podía confundirse con la de su rival. La camiseta pudo haber sido el talismán de Bértoli, que se transformó en la figura de la noche: el partido terminó 0-0 y se dirimió por penales. El arquero atajó un disparo (a Víctor Aquino) y eso bastó para que los entrerrianos pasaran de fase. El resultado fue 5-4, el mismo marcador que entre Sol de Mayo y Rosario Central.
Texto y foto: La Nación
