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La labor de los fiscales en el lugar de los hechos ante delitos que traen aparejada la muerte de personas, requiere de un trabajo que debe ser minucioso e inmediato, porque de los indicios que se recojan de ese lugar dependerá el resultado exitoso de la investigación.
Por ello, diversos equipos de profesionales dependientes del Ministerio Público son trascendentales a la hora de avanzar en la resolución de casos, procurando brindar respuestas ante hechos que conmocionan a la sociedad especialmente homicidios, suicidios o accidentes de tránsito.
Diferentes áreas técnicas conformadas por profesionales coexisten en esta estructura colaborando activamente a lo largo de las investigaciones y durante la etapa procesal de acusación y juicio. La Oficina de investigación en Telecomunicaciones, la Oficina de Atención a las Víctimas y las Unidades Operativas para la investigación, son sólo algunas de ellas.
Estas últimas están especialmente creadas para el trabajo en el lugar de los hechos y además de recursos humanos capacitados, están integradas por equipamiento de alta tecnología que pone a Río Negro a la vanguardia tecnológica del área.
Con fondos obtenidos del Consejo de Procuradores Consejo de Procuradores, Fiscales, Defensores y Asesores de Menores del país se adquirieron en los últimos tiempos un escanner 3D y equipos de última generación de luces y fotografía que permiten mejorar la obtención y cotejo de rastros.
¿Cómo se trabaja?
El trabajo de estas áreas comienza en forma simultánea a la primera intervención fiscal, cuando el responsable de la Unidad operativa llega al lugar del hecho y colabora asesorando desde lo técnico a los fiscales, interviniendo en el análisis posterior de legajos, sugiriendo pericias y medidas y coordinando la necesidad de intervención de otros especialistas o el uso de distinto equipamiento.
El área cuenta con dos responsables, Héctor Castillo en Viedma y Karina Uribe, en Bariloche, que ya integraron los equipos de la Policía de Río Negro en el área de criminalística. Con dependencia funcional del Ministerio Público Fiscal, son ellos quienes proponen la utilización del equipamiento tecnológico con el que cuenta el Ministerio Público.
Un equipo de luces forenses de última generación, el único de dichas características en el país, equipado con distintas linternas con espectros electromagnéticos que permiten evidenciar manchas o huellas imperceptibles al ojo humano o contrastar aún más aquellas visibles, es sólo parte del equipamiento del que disponen los fiscales.
Este sistema se adquirió e implicó la formación de un profesional francés que durante cinco jornadas capacitó a los agentes acerca de cómo utilizar esta moderna tecnología que se complementa con un sistema integrado de procesamiento de huellas papilares compuesto por una cámara de alta gama, fuente de luces alternas y software específico para procesar y mejorar las imágenes captadas. Este conjunto de equipo, que se compone también con una impresora de alta calidad, permite detectar indicios, distinguir entre distintos tipos de tintas, y reconocer residuos inorgánicos, entre otras potencialidades.
Del área depende la morguera de la Procuración General, vehículo al que en pocos días se sumará otro de similares características ya que a través de un convenio el Ministerio de Salud donó un vehículo que a los fines del uso sanitario se encontraba vencido, a la Procuración General.
Reconstruir la escena de los hechos
Gabriel Tonon es arquitecto y es quien, con los elementos que indican los criminalistas y la planimetría del lugar, reconstruye en tres dimensiones el lugar en el que se produjeron los hechos. Así, muchas veces ayudados por el Scanner 3D, reconstruye digitalmente el lugar pudiendo incluso ubicar a víctimas, victimarios en el espacio, reproducir la trayectoria que recorrieron los involucrados, representar trayectorias balísticas y recrear los instantes previos y posteriores, entre otros aspectos.
El resultado del trabajo se expone ante los investigadores a través de láminas, infografías, videos e informes que dan cuenta del sustento científico de la información que fue utilizada para la reconstrucción virtual.
El equipo se completa con un especialista en balística, el técnico universitario Pedro Quilográn, quien realiza el análisis de armas, proyectiles y vainas, ayudado por un microscopio comparador balístico con el que coteja dichos elementos para establecer identidades, detectar el tipo de arma que disparó ese proyectil y determinar posibles trayectorias en el lugar de los hechos, entre otras.
Los Laboratorios de Genética Forense de Bariloche y Toxicología de Cipolletti, cierran un círculo de levantamiento, análisis, cotejo y producción de prueba que fortalece las investigaciones. En General Roca un convenio con la Universidad Nacional de Río Negro permite enviar muestras inorgánicas como tintas y restos de pintura.
Texto: Poder Judicial de Río Negro
