“El nene estaba muy asustado, nervioso. Lloraba mucho. En un momento me acerqué, le hice upa y le pedí a su tía si podía darle la teta para calmarlo. Y me dijo que sí. Pero estaba tan asustado que se soltaba; así que me paré, ahí se prendió bien y comenzó a calmarse, hasta que se durmió en mis brazos”. La conmovedora escena tiene como protagonista a una mujer policía de la Comisaría Cuarta de Cipolletti que amamantó a un bebé presuntamente golpeado por su mamá, como si fuese su hijo.
Claro que nunca tuvo la intención de tanta exposición, ni lo hubiese imaginado. Para ella fue algo que le nació hacer, en ese momento; y de lo que no se arrepiente. “Me surgió así y en la misma situación volvería a hacerlo”, sostuvo la cabo Anabela Soledad Contreras, de 28 años, en diálogo con LMCipolletti.
Pero, con todo el anonimato que pudiese tener hasta ese momento, era raro que tanta ternura fuese inadvertida, ante la mirada de médicos y enfermeros conmovidos con lo que estaba pasando. Es que no ocurre todos los días que una agente de seguridad, en ejercicio de su función, se vea en la situación de asistir como una madre a un bebé de siete meses, que se supone que había sido golpeado por su progenitora.
Ella es mamá de dos varoncitos, de tres años y nueve meses, y al ver a ese bebé tan asustado, que no podía calmarse con nada, no lo pensó dos veces. Le nació del corazón acunarlo entre sus brazos y amamantarlo como si fuese uno de sus hijos.
Oriunda de Allen, se desempeña como policía hace cinco años. Sobre la medianoche del martes, ingresó un llamado a la Comisaría Cuarta, donde presta servicio, en el que solicitaban presencia policial porque se celebraba un ritual religioso y en el medio había un menor golpeado por su madre.
Hacía instantes que ella había bajado a hacer su descanso. El encargado de calle le pidió que lo acompañara en el patrullero y ella acudió. Fueron juntos hasta la casa de la abuela paterna del bebé. El supuesto ritual no se realizaba allí, sino en otro domicilio de la toma 2 de Agosto. Ahí estaba el bebé que había rescatado una tía.
“La abuela estaba muy nerviosa y el bebé seguía llorando. Yo me saqué el chaleco antibalas, la ayudé a cambiarlo, mientras su tía se preparaba, y luego nos fuimos en el patrullero hasta el hospital. Ingresamos por guardia y apenas le informé al personal, lo atendieron enseguida”, recordó la mujer policía. Se sabe que su tía paterna luego radicó una denuncia en la Comisaría de la Familia.
Anabela siempre se mantuvo junto al bebé, hasta que salió de servicio, y luego confesó a LM Cipolletti que lo que más la movilizó del caso, más allá de los comentarios a su favor por el gesto que había tenido, fueron todos los agravios hacia la madre de ese menor.
“Lo que más pega es ver cómo la gente la agrede sin saber bien lo que pasó, las cosas que dicen. Yo como mamá no me veo en el papel de juzgar a otra mamá ni a nadie, al contrario, me gustaría que la ayuden y la contengan para que ella esté bien para su hijo. Porque lo más lindo que le puede pasar a ese bebé es que esté contento con su madre. Me duele que falte tanta empatía en la sociedad. Sería mejor que en lugar de criticar, le golpeen la puerta y traten de ayudar a esa mujer”, concluyó Anabela.
Un rito religioso y un ataque psicótico, la principal hipótesis
Según se denunció, el bebé de siete meses habría sido golpeado en el marco de un ritual religioso que tuvo lugar en una vivienda del barrio 2 de Agosto. Sería en un domicilio cercano a la casa de la abuela paterna del menor, adonde concurrió la mujer policía que lo amamantó.
El jefe de la Regional Quinta, Daniel Uribe, contó: “En una situación de conflicto, la madre del bebé tuvo un ataque de nervios y golpeó al menor. El padre, quien estaba presente en ese momento, le pidió a una tía que se lleve al pequeño para resguardarlo. Junto con los policías lo llevaron al hospital para que sea revisado por los médicos”. La situación en la que se desencadenó la supuesta agresión hacia el menor no es aún del todo clara, por lo que se investiga lo ocurrido. Según la versión policial, la mamá del bebé habría sufrido un brote psicótico. Desde el hospital aseguraron que el bebé está bien.
Por Guadalupe Maqueda – maquedag@lmneuquen.com.ar