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La policía rionegrina Gladys Castaños regresó este lunes a Viedma después de consagrarse campeona en el Mundial de Fitness WTP 2019, que se realizó en Estrasburgo, Francia.
El recibimiento de la deportista local estuvo a cargo de sus compañeros del Departamento de Actividades Físicas y Recreativas de la Policía de Río Negro, quienes la recibieron junto a sus familiares y alumnas de su gimnasio en el aeropuerto Gobernador Castello de Viedma.
Banderas, carteles y ramos de flores dieron colorido al salón del aeropuerto y el reconocimiento a la empleada policial viedmense, que con mucho esfuerzo pudo estar presente en el encuentro mundialista y que “claramente estuvo a la altura al traer el primer puesto”, destacaron fuentes oficiales.
Luego, Castaños encabezó una caravana por las calles principales de la capital rionegrina junto a su hija en el camión autobomba de Bomberos y recibió el cálido saludo de vecinos por los trofeos obtenidos.
“Quiero agradecer a Susana Acosta, que me acompañó e hizo de traductora y de masajista y siempre estuvo conmigo durante todo el torneo. Lo viví como en cada competencia, con ansiedad y con todas las ganas de llegar bien y me quedó con lo fue pasando arriba del escenario, que fue muy fuerte”, expresó en la conferencia de prensa desarrollada en el salón de la Mupol.
“En la final quedamos siete competidoras y una no sabe el puesto final hasta que te vuelven a llamar en la segunda instancia. Lo más lindo de todo en una competencia es cuando a una le ponen el Himno Nacional y también al compartir todo lo que iba pasando en las redes sociales me sentí muy acompañada porque todo un país estaba conmigo”, comentó.
Contó que “cuando llega la última parte se hace como una coreografía libres y fue maravilloso eso y el margen de la cuestión física se pone en juego también la cuestión estética, de baile, el carisma, y la verdad lo disfruté mucho”.
“Creo que más no puedo pedir porque pude dar todo y los frutos están a la vista. Les quiero agradecer a todos, a mi familia, a mi hija, a mi pareja, a mis alumnas, mis compañeros de trabajo, porque saben que es un deporte amateur y que hay que hacer un esfuerzo enorme para poder competir. Toda esta muestra de afecto me la llevo en el alma y no me la voy a olvidar jamás”.
