El fin de semana, miles de visitantes llegaron y permanecieron hasta anoche en distintos sectores de Las Conchillas, Saco Viejo y Punta Perdices para disfrutar los cambiantes paisajes de la zona marítima rionegrina. Esos lugares prácticamente fueron desbordados por incontables vehículos –livianos y pesados- que saturaron las costas.
Punta Perdices, que hasta hace poco tiempo era conocida solo por rionegrinos y pocos turistas, ahora es atractiva para cientos de personas de muchos lugares, incluso algunos extranjeros.
Mientras tanto, vecinos del Puerto del Este comentan que ya es muy necesaria la instalación de una mayor cantidad de depósitos para residuos y baños químicos en los sectores más concurridos, como también la implementación de la “ecotasa” o impuesto turístico, como el vigente en Bariloche, que podría derivarse para infraestructura ecológica.
También hablan de incrementar el plantel de guardas ambientales para concientizar a visitantes de la preservación de la naturaleza marítima.
En Las Conchillas, Saco Viejo –y ahora- Punta Perdices están instalados numerosos “motorhome”, cuyos conductores y familiares suelen quedarse mucho tiempo en las playas. Eso genera impactos ambientales, sin dudas.
Se trata de la preservación del Área Natural Protegida Bahía San Antonio
“Atención! ….no te lleves nada por delante! Si estás en las playas de Las Grutas, Mar Grande/San Antonio Oeste, Punta Perdices y otras de Villarino ….no te lleves nada por delante!”, resaltan representantes de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Río Negro.
“Continúa la temporada reproductiva de ostreros pardos y chorlitos doble collar en las costas del Área Natural Protegida Bahía de San Antonio. El mayor peligro es que los huevos y los pichones recién nacidos mueran aplastados por motos y cuatriciclos que circulan por la costa o dunas (recordando que no está permitido resolución 1/99 y decreto 398/14). También son invadidos muchas veces por caminantes o perros”, agregaron en una comunicación.
Si bien el turismo es desarrollo económico, muchas veces genera actitudes humanas de depredación de la naturaleza. Y esos lugares de la costa marítima rionegrina no están totalmente a salvo de aquel tipo de conducta.