La Fundación Azara, difundió ayer sábado 25 a través de su página en Facebook, los motivos por los cuales se retiró de la tarea que realizaba en la reserva faunística Punta Bermeja, ubicada a poco más de 60 kilómetros de Viedma y, en ese sentido, señaló la denuncia contra un guarda ambiental por presunto abuso a una estudiante colaboradora de la entidad, pero también indicó “hostigamiento y violencia” hacia la entidad.
A continuación el texto publicado hace pocas horas en la mencionada red social.
¿Por qué se retiró la Fundación Azara del trabajo en la Reserva Faunística Punta Bermeja de Río Negro?
El motivo de estas líneas es aclarar a la comunidad porque la Fundación Azara dejó de tener presencia en la Reserva Faunística Punta Bermeja, de la provincia de Río Negro, en el mes de mayo del año 2018, dado que lo que se publicó por entonces en algunos medios locales sobre la Fundación Azara en relación a la Reserva Faunística Punta Bermeja no fue verdad (no por los medios sino por la fuente mal intencionada que brindó la información). Pero, la institución priorizó por entonces no escalar el conflicto como es su política general.
La realidad es que en el mes de enero de 2018 una estudiante -colaboradora de la Fundación Azara- presentó una denuncia contra un guarda ambiental por abuso en instalaciones del área natural (la denuncia fue radicada en la seccional policial número 1 de Viedma) y en ese contexto se vivieron hechos de hostigamiento y violencia. Por tal motivo, la gente de la Fundación se retiró del área. Cuando el guarda fue derivado a otra función, las personas de la Fundación volvieron.
El 4 de mayo de 2018, la Secretaría lo repuso al guarda ambiental en funciones nuevamente en el área y el personal, pasantes y colaboradores de la Fundación comunicaron a la institución su decisión irrevocable de no seguir trabajando en ese contexto. Ante la situación de hostigamiento y riesgo de integridad física de las personas, la Fundación informó a la Secretaría que el trabajo en Punta Bermeja no podía continuar y que deseaba dar por concluido el convenio respectivo. La secretaria de Ambiente prefirió amparar al denunciado cuando aún el hecho no había sido esclarecido.
Para cubrir el tema o alguna cuestión similar circularon comentarios para manchar a la Fundación Azara que en la provincia no había hecho otra cosa que realizar aportes al estudio, la conservación y la difusión del patrimonio natural y cultural desde el año 2008.
Por nombrar sólo algunos: la creación del Museo Jacobacci tras la restauración integral del histórico inmueble en San Antonio Oeste; el montaje de una ballena minke en la costanera de Las Grutas; el montaje del Centro de Información de Fauna Marina del Golfo San Matías en Las Grutas; la realización e instalación escultura Aliento de Vida en la costanera de Las Grutas; la organización en 2017 del Congreso Nacional de Conservación de la Biodiversidad con la Escuela de Ciencias Marinas de la Universidad Nacional del Comahue; la organización de un curso de capacitación de inscripción gratuita sobre patrimonio natural y cultural con la Universidad Nacional de Río Negro; el apoyo para la realización de jornadas de capacitación para guardas ambientales de la Secretaría de Ambiente; el apoyo para operativos contra el tráfico ilegal de fauna silvestre; la donación de libros y guías de campo para guardas ambientales en varias oportunidades; la realización de más de 30 actividades culturales y de educación ambiental: cursos, talleres, charlas, concursos, muestras; entre muchas otras acciones que incluyeron también la edición de libros, documentales y materiales educativos de diversa índole; todas financiadas exclusivamente con fondos de la propia institución u obtenidos a tras de la misma.
Desde fines año 2017 la Fundación venía conversando con la Secretaría para hacer un mantenimiento y refacción integral de las instalaciones del área con fondos de la institución dado que los ingresos por entradas apenas permitían el funcionamiento (destinados íntegramente a: pago de honorarios de guías, de pasantías a los alumnos de la UNRN, de traslados del personal, de provisiones para las estadías en la reserva, etc. durante todo el año). Se pasaron de noviembre a mayo los arreglos para no hacerlos durante el verano, dado que no se llegaba a diciembre por un tema de disponibilidad de fondos y en ese lapso sucedieron los hechos descriptos.
Por otra parte, la Fundación estaba a fin del año 2017 en conversaciones con una Fundación española para interesarla en apoyar la zona y con el Ministerio de Turismo de Nación a quienes les brindó información sobre el potencial natural de la costa rionegrina en el tramo Viedma-Las Grutas, abarcando principalmente el Camino de la Costa. Se evaluaba incluso seriamente la posibilidad de construir nuevas instalaciones modulares y móviles para la Reserva alejadas del acantilado, dado que las actuales (de material) tras desmoronamientos del acantilado en años recientes estaban en una situación de sensible riesgo y más temprano que tarde quedarían inutilizadas, debiendo ser removidas. La Fundación había llegado a conversar el tema con la Secretaría, se habían evaluado algunos sectores para su ubicación y se estaban analizando algunos presupuestos.
Fue la segunda vez que la Fundación Azara se debió retirar del área. La vez anterior fue en febrero de 2010 también por cierto hostigamiento a su personal (aunque la situación no había llegado tan lejos). Tres años después, a fines de 2013 la Secretaría pidió a la Fundación Azara si no volvería a hacerse cargo del área (dado que había quedado cerrada al visitante), lo que se concretó en enero del año 2014.
Es el único de más de 50 proyectos que lleva adelante la Fundación a lo largo de todo el país, algunos desde hace más de 13 años, que lamentablemente quedó trunco.
Lo descripto aquí es absolutamente objetivo y puede ser corroborado por distinta documentación.
En este link usted podrá ver el estado en que se encontraba la reserva antes y después de la primera intervención de la Fundación Azara:
Un trabajo similar hizo la Fundación Azara la segunda vez.
Muchas gracias