Cosas que pocos saben o advirtieron sobre la casona. Fue construida por mi abuelo, el Dr. Carlos Marcelino Hildemann, en el año 1906 y teniendo en cuenta la gran inundación del año 1899 la construyó a 80 centímetros del nivel natural de la calle; quiere decir que toda la casa tiene un sótano, estando a ese nivel la totalidad del piso de la misma. Por eso, pueden apreciar los tres escalones de mármol que tiene la puerta principal de ingreso, en el N° 685 de la calle 25 de Mayo.
El patio se extiende sobre la calle Roca, con sus tres palmeras de más de 100 años y 20 metros de altura y un naranjo que “hoy” está super cargado.
Soy el hijo mayor de Emma, quien tiene 96 años y se encuentra muy bien. Para saber más pueden googlear una publicación de la agencia ADN: Viedma: “La Casona Hildemann resiste el pasado”.
De un viejo automóvil, Marcet dice: “No se encontraba colgado, está sobre el suelo, es un Studebaker 1915 de lujo, convertible, que todavía se encuentra allí y es de mi propiedad.
Cabe aclarar que la dueña de la pensión era mi abuela Emma y pasaron tantos, tantos pensionistas por allí, cuando Viedma era muy chico y prácticamente no habia hotelería. Yo me crié en esa casa y recuerdo a muchos de ellos; en esa época existía en Viedma el Distrito Militar, edificio que hoy ocupa Aguas Rionegrinas, sobre calle Colón y Roca y venían muchos muchachos de toda la zona, sobre todo de Stroeder (provincia de Buenos Aires) a cumplir con el servicio militar obligatorio. Recuerdo entre ellos a Juan Vogel, Enrique Ungeschuck, Hércules Colombi (papá de Nelson)……
Texto: Caco Marcet
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A continuación nota de ADN
La casona de la esquina de 25 de Mayo y Roca, a la que algunos conocen como Hildemann, construida en el año 1906.
En ese lugar vivió el médico Carlos Marcelino Hildemann, nacido en la ciudad de Rojas, provincia de Buenos Aires, su señora Emma y sus nueve hijos.
Actualmente, vive en la casona Emma Abatte (96) y uno de sus hijos, aunque la casa siempre recibe a numerosos nietos. María Teodolina, hermana de Emma, vive en otra casa en Viedma.
Durante varios días, un grupo de obreros, dirigidos por Héctor, realizó tareas de refacción en varias de las 17 dependencias que tiene la casa Hildemann, según detalló Emma, hija de Carlos y Emma.
Innumerables muebles y diversos objetos de otras épocas integran cada una de las dependencias. En el amplio comedor central, sobre una repisa, está la identificación del reconocido “Dr. Hildemann, médico cirujano”.
Emma le dijo a un periodista que su papá conoció a Don Artémides Zatti, el enfermero incansable del hospital de Viedma de las primeras décadas del siglo pasado.
Lo que impacta, además de los incontables muebles y enseres de todo tipo, es la hermosa escalera, de 31 escalones, que lleva hacia las dos habitaciones que se encuentran en la planta alta de la casa, sobre el ala de la esquina de las dos calles.
Todo en la casona parece remitir a la esplendorosa década del 1900, en la capital rionegrina. Y Emma la sabe preservar. (ADN)
Redactor: Raúl Díaz, Viedma