Valcheta era un lugar muy conocido ya antes de su fundación dado que constituía un cruce de caminos muy importante y tenía un bien superlativo que la distinguía en toda una amplia región: el arroyo y la abundancia de agua.
A los pobladores originarios se agregaron los empleados del ferrocarril, los primeros colonos, los inmigrantes y los vecinos de otras provincias que lo eligieron como su lugar en el mundo.
Pero eran otros tiempos que exigían enormes sacrificios porque todo estaba por hacerse. Las chacras apenas desmontadas, la cría de ganado y un pequeño asentamiento, apenas una aldea en lo que sería el futuro pueblo, llamado con justeza el “oasis de Línea Sur”.
Con el correr del tiempo se fueron estableciendo las instituciones primarias para atender con mayor calidad de vida las necesidades de la incipiente población: Sala de Primeros Auxilios, Juzgado de Paz y Registro Civil, Destacamento de Policía y la tradicional Escuela Común Nº 15 “benjamín Zorrilla”. A la par de estas instituciones fue creciendo la actividad mercantil con fondas de comida, alojamientos precarios, casas de comercio de ramos generales y las tradicionales barracas de acopio de “lanas, pieles y frutos del país”.
Un informe general del pueblo, escrito en el año 1920, lo describe así: “El arroyo Valcheta divide en dos partes al pueblo, quedando a ambas márgenes del mismo superficies de terrenos irregulares que han sido reservados para pastaje comunal. El trazado de la planta urbana de este pueblo quedó ordenado a raíz de una solicitud presentada por los vecinos de la colonia el 15 de septiembre de 1904, trazado que fue aprobado por decreto el 18 de septiembre de 1907”.
Según documentos citados en varios libros se recuerda que “se produce en 1890 un interesante incremento de la población. Llegan las familias Robledo, Rial, Rúa, García, Blázquez, Scandroglio, Aranda, Galván, Beneded, entre otras. En 1900 llegan los Casas, Igarzábal, Tolosa Crespo, Nicodemo la Rosa y otras”.
Conforme a datos históricos el primer presidente de la flamante Comisión de Fomento es el señor Salvador Sedda, destacando entre otros a Juan Asconapé, Juan Berbel, Juan Chaer, José María Casas, el Dr. Luis Benito Pontillo (de destacada actuación después en San Antonio Oeste y otros más, hasta que adquiere el rango de Comisión Municipal y posteriormente de Intendencia y Concejo Deliberante con carta Orgánica Municipal propia.
El antiguo vecino José María Casas, que falleció casi centenario con una memoria prodigiosa, recordaba que “el edificio Municipal pudimos hacerlo con el producto de fiestas y kermeses, que autoricé para esta finalidad. También en mi plan desarrollamos varias obras”.
Hoy Valcheta es una ciudad pujante en pleno crecimiento y atrás quedaron en el tiempo aquellos años fundacionales.
Como viejas reliquias en el Museo Provincial “María Inés Koop” se pueden apreciar algunas reliquias relacionadas con la antigua Comisión de Fomento: Chapas de patente automotor con la leyenda de Valcheta y las letras AA, unas pesas de bronce, el escudo de la Comisión de Fomento y otras más como recuerdo de aquellos lejanos años donde un pequeño grupo de vecinos de la nada hicieron todo.
Texto: Jorge Castañeda
Escritor – Valcheta