Respecto a este ejemplar incluido en numerosos inventarios faunísticos del Noroeste argentino, aparecen dudas ya que se habla de muchos registros de presencias como de improbables existencias. No obstante, muchos hablan de un ser con apariencia de oso o mono, de una altura considerable y llamativa contextura, que habita las “Yungas” del Noroeste que albergan una de las “mastofaunas” más diversas del país.
Otros estudiosos sostienen que no se encuentran certezas sobre la presencia de osos y monos, a pesar de haberse encontrado huellas, senderos, heces y rasguños en árboles y arbustos que se les atribuyen a estos, de cuya existencia se duda, y mencionan un buen número de animales que pueden dejar marcas similares con las que se pueden confundir.
Sin embargo, lo que es cierto es que con la denuncia del campesino que dice haber visto al “místico” “ucumar” se ha reactualizado la discusión y las ponencias respecto a la existencia o no del terrorífico animal. Afloraron además las distintas historias y leyendas sobre el mismo, como también las diversas descripciones respecto de su fisonomía.
Entre los relatos escuchados aparecen las que le atribuyen al “mítico” ucumar un aspecto sobrenatural, el haber escuchado gritos y alaridos en el bosque, grandes rocas rodando por las laderas de las montañas empujadas por éste, ataques a personas y hasta agresiones sexuales a mujeres. Obviamente, todo ello surge de los dichos y el imaginario popular que resulta poco probable de comprobar.
No faltan quienes agregan otras historias poco creíbles como condimento para interesar a visitantes o turistas, y que contribuyen a tornar las visitas a esas regiones mucho más atractivas, especialmente si existe de por medio una denuncia sobre la aparición del extraño ejemplar, que aumenta tanto el terror como las más extrañas versiones sobre su existencia.
Entre quienes afirman que el “ucumar” existe, están los que sostienen que se trata de una especie de oso, con ligeros rasgos humanoides, o un hombre bestial, cubierto de pelos, barba y frente no demasiado ancha, que vive en cuevas, merodea los ríos y vertientes, ágil en sus movimientos, que trepa con facilidad los arboles, que rapta mujeres con las que tienen hijos, aunque también puede ser hembra y raptar entonces jóvenes y chicos.
Otros estudiosos, como el doctor Manuel Lizondo Borda en “Estudios de voces tucumanas derivadas del quichua”, explica que se llamaba “ucumar” a “un hombre bestial, feo, peludo, que vivía en los montes hace mucho tiempo, al que se le atribuían raptos de muchachas”, hasta que fue preso.
Agrega que con ese nombre se asustaba a los chicos, que lo consideraban un monstruo. Para las creencias kollas en tanto, se trataba de un enorme mono que andaba en dos patas y sostenían que el “uco” macho perseguía a las mujeres y la “uca” a los hombres los que raptaban y tras llevarlos a lugares impenetrables los castigaban.
Otros estudiosos en sus publicaciones hacen mención a una importante reserva de “Biosfera de las Yungas” que conforma un área que ha sido utilizada durante siglos por culturas campesinas, donde es probable que subsistan las leyendas sobre la presencia de osos en la actualidad, pero que debido a la presencia y uso humano de esas áreas, muchas especies como la mencionada, han ido desapareciendo.
Ahora con la denuncia del campesino, quien asegura haber visto en la zona del Pasteadero Chico, cerca de Metán en Salta, una bestia peluda similar a un mono de grandes dimensiones, como ya lo indicamos, se ha reactualizado la existencia del mítico “ucumar”, y que según un diario de esa región, en la última década se lo ha “visto” en más de 30 ocasiones.
En su declaración, el campesino, que denunció ahora haberlo visto detalló que “era como un gorila grande, peludo, de color oscuro que caminaba despacio y que alcanzo a ver que sus ojos eran rojos”. Expresó además que pudo observarlo hasta que se perdió en el monte, para agregar que desde que lo vio esta asustado y que “si antes no creía en su existencia, ahora lo vi con mis propios ojos.”
Coincidentemente con este hecho, se conoció también que en Australia un hombre que caminaba por una playa, se topo con los restos de un extraño ser con características similares al “ucumar” y según la misma cultura, la criatura vive en cuevas en el fondo de terrenos quebrados, cerca de ríos y vertientes donde se detectaron también pisadas similares a las de los osos.
A raíz del material consultado, se puede afirmar también que no solo en el norte de nuestro país, concretamente en Salta y Jujuy, sino también en Australia como lo hemos indicado y se cree asimismo en la existencia del extraño animal, en regiones de Bolivia y Perú.
En estos lugares por otra parte se conocen historia y leyendas similares a las que se cuentan en nuestro paìs, y en las que se afirma que son numerosos los hechos, ya convertidos en mito en los que se le atribuye participación.
Texto: Eduardo Reyes, escritor y periodista de Viedma
28 – 04 – 2022
Las Grutas – Río Negro