La historia la cuenta el escritor rionegrino Don Elías Chucair en uno de sus excelentes libros, que tituló “Quetrequile, el pueblo que fue…” donde destaca parte de lo sucedido en el paraje que hoy contrasta con la población que fue en el 1880, donde ya se encontraban más de 400 toldos de tribus tehuelches, a los que se sumaron algunos inmigrantes como Nicolás de la Canal y Fermín Contín.
Para corroborar el futuro que se avizoraba, Chucair destaca que muy rápidamente se instaló en el lugar el Juzgado de Paz y el Registro Civil y comenzaron a radicarse empresas como Lahusen y Peirano Hermanos. Es contundente en su apreciación al afirmar que en 1900 Quetrequile tenía más habitantes que Bariloche y la vida activa de esa población que crecía se mantuvo hasta 1916.
Aparece ese año entonces el motivo que acabó con el venturoso porvenir que se aguardaba, ya que así como otras poblaciones surgieron y crecieron al amparo del ferrocarril, en este caso los rieles que no pasaron por ese lugar, fueron el certificado de muerte para Quetrequile, ya que las autoridades nacionales decidieron que el ferrocarril vaya por “Nahuel Niyeu”, hoy Ingeniero Jacobacci.
Don Elías Chucair rinde en su libro un merecido homenaje a los primeros hombres que se radicaron en Quetrequile protagonizando lo que considera una verdadera epopeya a la que no hace referencia ningún libro ni documento alguno. Para arribar a esas conclusiones, Chucair investigó causas y efectos y mantuvo entrevistas con numerosas personas vinculadas directamente con la naciente población o familiares.
A fines del 1800, Quetrequile figuraba como cabecera del Departamento 9 de Julio el de mayor superficie de la provincia y sin embargo no contaba aún con organismos estatales elementales para su funcionamiento, como Policía, Registro Civil y Justicia.
Otra notable falencia se pone en evidencia durante 1895, cuando se realiza un censo territorial y en el Departamento 9 de Julio ocurre algo incomprensible ya que no aparece en el mismo un solo habitante, mientras que datos de historiadores afirman que para 1880 ya se encontraban en la zona las tribus de los caciques tehuelches Cuminao y Curuinca con alrededor de 300 toldos y una importante cantidad de hacienda vacuna, lanar y caballar.
Los mismos testimonios recogidos por Chucair aseguran que poco tiempo después arribó a la región el primer habitante “huinca” que fue Don Nicolás de la Canal quien trajo una importante cantidad de ovejas que superaban las 1.000. Muy cercano en el tiempo, le siguió los pasos Fermín Contín, también con un buen lote de lanares. El origen Vasco de Contín motivó que propiciara la llegada de otros familiares y amigos, advirtiendo además el futuro promisorio de la zona.
Tras estos pioneros, se multiplicaron las llegadas de quienes avizoraban que habían llegado al lugar que les aseguraba un futuro venturoso, por la calidad de las tierras para la cría de ganado. Chucair se interesó en aclararnos el significado de Quetrequile y para ello recurrió al Dr. Rodolfo Casamiquela, quien definió que según la voz tehuelche, significa “Leña de piedra” y deriva de la planta “Azorella” que crece en los “mallines”.
Agrega que según lo que figura en libros de los Juzgados de Paz se lo menciona como “Quisquile”, “Quitriquele” y “Quitrequile, obviamente que estas diferencias surgen según el sonido que percibió en su momento, el funcionario de la repartición.
Con el propósito de demostrar los numerosos vecinos que se habían radicado en el naciente pueblo de Quetrequile, Chucair dedica numerosas historias, anécdotas y distintas acciones protagonizadas por los habitantes del lugar
Para ubicar a los lectores, recordemos además que el ahora paraje de Quetrequile está ubicado en el Sudoeste de la Provincia de Rio Negro, en el Departamento 25 de Mayo a 35 kilómetros de Ingeniero Jacobacci, siendo que, como ya lo dijimos hasta 1904 fue cabecera del Departamento 9 de Julio.
Debemos destacar entonces que el cambio se produjo por decreto del Gobierno Nacional que introdujo modificaciones en la división política del territorio rionegrino, pasando entonces Quetrequile de ser cabecera del Departamento 9 de Julio a un paraje de 25 de Mayo.
Estas modificaciones dispuestas desde el ámbito nacional jugaron muy negativamente, o si se quiere en contra de Quetrequile, ya que si bien se había informado que la línea férrea que se mencionaba estaba previsto instalar contemplaba pasar por Quetrequile no fue así y desencadenó entonces un éxodo más que importante de sus habitantes.
De tal manera, lo que surgía como una población con mucho futuro, con la llegada de numerosos inmigrantes que apostaban al lugar, al igual que empresas comerciales dispuestas a acompañar el seguro crecimiento de esa región, muy pronto observaron con pesar y desazón como se desvanecían las ilusiones y esperanzas de un soñado desarrollo.
Hoy, lamentablemente, la desolación sólo se ve alterada por un escaso grupo de tumbas abandonadas, en un cementerio igualmente abandonado, que guardan los restos de aquellos primeros habitantes del lugar, muchos de ellos inmigrantes vascos que llegaron para ofrecer todo su esfuerzo y tenacidad en procura de un bienestar que creyeron estaba al alcance de sus manos, y al poco tiempo observaban como se disipaba o evaporaba, dando fin a la ilusión que los había convocado al entonces pueblo “que fue Quetrequile”, hace poco más de un siglo atrás.
Para finalizar, debo señalar que el libro “Quetrequile, el pueblo que fue” del excelente escritor Don Elías Chucair integra junto a una treintena mas la obra literaria del escritor, que ha sido reconocida por la Legislatura de Rio Negro por su valor cultural e histórico de la provincia de Rio Negro.
Texto: Eduardo Reyes, escritor y periodista de Viedma
Las Grutas – Rio Negro