Un preso de la Unidad Penal N°2 de General Roca robaba información bancaria por medio de llamados telefónicos, su pareja en Centenario (Neuquén) compraba artículos con esos datos y los vendía informalmente. Uno de los fraudes supera el millón de pesos.
La situación que involucra a un detenido de la Unidad Penal 2 de General Rocay a su pareja destapó un raid de estafas millonarias que perjudicó a comerciantes y particulares de Neuquén, pero también de provincias del Norte del país.
Fuentes policiales confirmaron a RÍO NEGRO que se trata de un hombre de 42 años que cumple condena por otros delitos. El sujeto se encargaba de engañar telefónicamente a las personas haciéndose pasar por un trabajador de Visa y Mastercard, obteniendo mediante varias entrevistas los datos de las tarjetas de crédito. La modalidad delictiva es conocida como vishing.
Una vez que el estafador se hizo con la información crediticia, realizaba compras de distinto orden también desde la cárcel. Posteriormente su pareja, una mujer de 28 años, residente de la localidad de Centenario se encargaba de recibir los artículos comprados y revenderlos para hacerse de liquidez producto de las estafas.
La investigación a cargo de Policía de Neuquén comenzó el 1 de marzo pasado con la denuncia de un comercio de Centenario que se dedica a la venta de madera. En esa ocasión los comerciantes fueron anoticiados que las tarjetas de créditos de una clienta habían notificado el desconocimiento de las compras. El monto de lo rechazado ascendía a 1.200.000 pesos. La entrega del material ya se había realizado a un domicilio de la misma localidad, por lo que se realizó la denuncia.
Los investigadores confirmaron que las compras habían sido denegadas por los titulares verdaderos de las tarjetas, por lo que se comprobó el fraude.
Con ese dato comenzó una intensa investigación sobre la mujer indicada y su vínculo. Las pesquisas involucraron decenas de horas de escuchas telefónicas, las que terminaron por confirmar que la joven operaba bajo la coordinación de un hombre. Con el rastreo de antenas y celulares, se determinó que el otro involucrado estaba recluido en el Penal de Roca.
«El error fue que la madera comprada con el fraude la llevaron a la propia casa de la indicada», explicaron investigadores de la causa a este medio.
Allanamiento en el Penal de Roca
Con el material de las escuchas telefónicas, se pudo comprobar que los perjudicados no solo eran de Neuquén, sino que también eran víctimas de provincias, como Tucumán y Catamarca.
En consecuencia, la Fiscalía actuante solicitó los allanamientos para la resolución del caso. Uno en la casa de Centenario y otro en la propia unidad de detención rionegrina. El segundo implicó un procedimiento administrativo y judicial particular.
Requisada la celda del indicado, se logró retener tres teléfonos (los que fueron interceptados por la Policía) y cuadernos con información de las víctimas telefónicas.
Uno de los detalles que más llamó la atención fue que los discursos escritos que el detenido tenía, los cuales utilizaba para abordar telefónicamente a las personas.«Tenía todo armado para sonar convincente», detallaron los investigadores a RÍO NEGRO.
Del allanamiento en Centenario se secuestró un PosNet de MercadoPago con el que la mujer se desprendía de las cosas obtenidas con dinero de las estafas, un router y anotaciones coincidentes con la que su pareja tenía en la celda.
La investigación continúa a fin de determinar a cuantas personas estafó la pareja y todos los fraudes realizados en Neuquén y las otras provincias.
Fuente: diario RÍO NEGRO