Los muchachos de antes no usaban glostora. “Para individuos cuidadosos de su persona”

 

Según una reseña, “Glostora fue una marca de fábrica de un fijador estadounidense para el cabello manufacturado R. L. Watkins Company, introducida en 1912, en diferentes países de Latinoamérica. La marca Glostora fue utilizada como término para apodar a los individuos cuidadosos de su persona”.

“En 1955 en Costa Rica a ciertos miembros del Partido Liberación Nacional se le llamaban “Glostora” y posteriormente se empezó a llamar su período en el poder como “glostorismo”.

“Fue una marca utilizada principalmente para el fijador del cabello: un líquido aceitoso ambarino con un  ligero perfume que le daba brillo manteniéndolo asentado”.

“Los canales más utilizados por la publicidad eran la radiofonía y los medios gráficos. La marca auspició programas radiales como el siempre recordado que unía a toda la familia: “El Glostora Tango Club”.

De esa clásico programa radial tengo recuerdos inolvidables pues mis padres lo sabía escuchar todas las noches en su vieja radio Philips y también el más famoso todavía:”Los Pérez García”.

Y, al decir de Homero Expósito “la propaganda manda, cruel en el cartel”: “Y todos prefieren Glostora. Cuatro gotitas de Glostora logran peinadas más conquistadoras”.

Entre aquellos recuerdos de mi infancia me acuerdo de mi padre después de afeitarse peinando su cabello con Glostora para ir luego al cine, comer pizza a la salida y volver en un mateo (Esta palabra también tiene sus bemoles. Y por supuesto que tenía ese aroma del fijador más común en aquellos tiempos).

Hubo, por supuesto, otras marcas de fantasía de la gomina, que yo supe usar en algunos años como por ejemplo la “Brancato”, que fuera alumno de la carrera de medicina veterinaria, su original creación le permitió obtener grandes utilidades.

Otras de aquellas marcas que hicieron historia hasta el día de hoy fueron  Brylcream, creada por la empresa Chemico Works de Birmingham de Inglaterra y el muy usado Lord Cheseline de delicado aroma.

Por supuesto que quedan muchas en el tintero que los más memoriosos recordarán. Porque al decir de Homero Expósito “Fueron años de cercos y glicinas/ de la vida en orsay, del tiempo loco”.

Texto: Jorge Castañeda

Escritor – Valcheta

 

 

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