Las combustiones espontáneas. Casos misteriosos de personas que se incendian

 

El tema de las llamadas combustiones espontáneas es uno de los más misteriosos e inexplicables, aunque existan varias hipótesis.

¿Cómo es caso de estas combustiones? Según se dice “la combustión espontánea humana es denominada así en tanto la víctima termina convertida en ceniza, sin que haya mucho daño causado por el fuego cerca de él, y sin que ninguna fuente obvia de encendido esté cerca”.

Podemos afirmar que “morir ardiendo entre llamas sin motivo aparente siempre ha estado en el imaginario del ser humano”.

Los escritores Guillermo Barrantes y Víctor Coviello, autores que se dedican a investigar los mitos urbanos de una ciudad misteriosa, en interesante “Buenos Aires es leyenda 2”, dedican un capítulo a este escalofriante tema, recogiendo testimonios no sólo de quienes fueron testigos oculares de alguno de estos hechos, sino también de autoridades policiales y sanitarias vinculados y a periodistas que divulgaron las noticias.

Interrogado por un caso un bombero les expresó que “Historias siempre hay. Para nosotros de por si el fuego tiene vida propia. Le tenemos mucho respeto. Aclaro que hablo de respeto y no de miedo”.

Y sigo contando que “la otra vuelta me contaron que se produzco un choque en el tramo de la 25 de Mayo a la altura de Emilio Mitre. Parece que el conductor vio a una persona en medio de la autopista y dicen que era uno de los fantasmas del Polvorín de Flores, porque el sujeto iba dejando una estela de humo a su paso”.

Y relata otro casi por demás llamativo: “Era sobre Senillosa, muy cerca de la avenida La Plata, en una casa abandonada. Los vecinos aseguraban que había olor a carne quemada y yo puedo afirmar que si a algo uno no se acostumbra en esta profesión es a ese olor. Puede quedar por días en la nariz. Por supuesto, hay varios métodos para sacárselo. Yo huelo alcohol y se me pasa, pero conozco compañeros que nunca lo pudieron superar. Volviendo al episodio, llegamos bastante rápido. Entramos, la puerta estaba abierta y me encontré con algo que jamás me voy a olvidar: la víctima despedía una llamarada de casi medio metro a través de su tórax. Parecía que el fuego salía de adentro de ese cuerpo. Un colega me habló de que podría ser una combustión humana espontánea”.

Y los autores comentan que “La combustión humana espontánea es un fenómeno que inicialmente tiene pocas explicaciones lógicas. Consiste en la total o parcial destrucción de un cuerpo humano debido a una muy intensa fuente de calor. En palabras sencillas, un cuerpo se quema hasta quedar reducido a cenizas en un  tiempo brevísimo y sin mediar provocación alguna. Se han registrado más de 2.000 casos históricamente. Incluso hay uno citado por el escritor Charles Dickens en su obra Bleak House”.

Los testigos de estos casos afirman que “ésta se produce en cuestión de minutos y lo que es más extraño, la superficie contigua al cuerpo rara vez aparece dañada”.

En la revista Muy Interesante, sección “Ciencia”, se cita el caso de la adolescente inglesa Jacqueline Fitzsimons que un día de Enero quedó envuelta en llamas en el pasillo del colegio donde estudiaba, ante la mirada atónita de sus compañeros y sin que mechero o cerilla alguna”.

Hace varios años –recordamos- fue noticia un supuesto caso de combustión humana espontánea en San Carlos de Bariloche.

Fuego, combustiones espontáneas humanas ¿realidad o leyenda? ¿Serán un anticipo del Infierno?

Yo, por las dudas, como buen refutador de leyendas, soy un incrédulo sin remedio. Pero… ¿Y si las hay?

Texto: Jorge Castañeda

Escritor – Valcheta (Río Negro)

 

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