Río Negro: Las misteriosas estrellitas de El Tembrao, en la Línea Sur

 

El Tembrao es un paraje del Departamento Valcheta con mucha historia y con un gran esfuerzo de de los pequeños productores que siempre esperan un tiempo mejor.

Su denominación es un topónimo con varias interpretaciones. Para algunos (Malvestitti) sería “chembrao”: “Pozones de agua muy profunda azul o verde”, hoy casi descartada por los investigadores.

Según aparece en la hoja “Valcheta” del Instituto Geográfico Militar del año 1928 sería “A. T. Emrao”, es decir Arroyo T. Emrao, versión también bastante disparatada.

Lo más apropiado sería una deformación del mapuche “Lemraüf”, o sea “manantial en la arcilla o toba amarillenta o tostada”. Un dato a favor para esta acepción, dicen: “es que allí aparecen, conspicuas, las arcillas o tobas del Cretácico final, precisamente con esas tonalidades”.

Como todo paraje asentado cerca de la meseta de Somuncurá atrapa al visitante por su silencio, su inmensidad y la austeridad  de los roquedales.

Es sabido que el Departamento Valcheta encierra verdaderas curiosidades en todo lo relativo a las tradiciones orales, a la paleontología, a especies únicas en el mundo como la “mojarrita desnuda” de las nacientes del arroyo en Chipauquil, a las ranitas de la meseta, y los abundantes testimonios que demuestran que en tiempos pretéritos  toda esta región estaba cubierta por las aguas del mar. Por eso los restos fósiles de ostrones en la meseta o el “Delfín Picudo de Couvier en el gran Bajo del Gualicho.  Y casi aledaño a la misma localidad el bosque de árboles petrificados más septentrional de la Patagonia con especies que datan de 60 millones de años. Sin olvidar los excrementos de dinosaurios, los dátiles fósiles de palmeras, sus cáscaras características y los afamados huevos fósiles, un verdadero tesoro de otros tiempos, algunos con algún embrión en su interior.

Pero es más raro aún y casi desconocido (por eso empezamos escribiendo sobre el paraje del arroyo Tembrao) que en sus proximidades se encuentran pequeñísimas estrellitas de mar fósiles entre la arena en gran cantidad. Son muy diminutas y perfectas, algunas de tres milímetros.

 Se dice que en lugares aledaños al balneario Las Grutas se encuentran otras muy similares.

Quién visite toda esta zona de la Región Sur se encontrará con muchas sorpresas como éstas. Tenemos una provincia “de los Andes al Mar” con inigualables recursos para un turismo sustentable, donde el turista podrá llenarse los ojos con paisajes increíbles y también con estas pequeñas y misteriosas estrellitas de un pasado milenario.

 Texto: Jorge Castañeda

Escritor – Valcheta

 Reedición

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