El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) sumó nuevos integrantes a la Brigada canina del Centro Regional Patagonia Norte. Se trata de cuatro cachorros de la raza Labrador, que serán adiestrados para trabajar en los puestos de la barrera sanitaria, aeropuertos y pasos de frontera de la región.
Piltri, Tango, Zamba y Malbec ya se encuentran en Viedma, provincia de Río Negro, realizando la etapa de apego, previa al inicio del adiestramiento específico que recibirán durante alrededor de un año.
“En este momento estamos en una etapa de adaptación, en la que se trabaja el apego, que reconozcan sus nombres, que socialicen. Luego, se inicia un proceso de desapego, necesario para comenzar las tareas más específicas de adiestramiento”, detalló Luis Gobet, a cargo de la Brigada canina del Centro Regional Patagonia Norte del Senasa.
Estos cachorros provienen de un criadero familiar ubicado en Luján, provincia de Buenos Aires. Cuando estén preparados para detectar frutas y hortalizas hospederas de mosca de los frutos y productos y subproductos de origen animal como carnes y fiambres, se sumarán al trabajo que realiza la Brigada canina en los puestos de Barrera, aeropuertos y pasos de frontera de responsabilidad del Centro Regional Patagonia Norte.
El rol de la Brigada Canina
“La Brigada trabaja estratégicamente reforzando los puntos críticos de control, con el objetivo de hacer más eficiente la labor de proteger el patrimonio zoofitosanitario de la Patagonia”, detalló Oscar Astibia, a cargo de la Barrera Zoofitosanitaria Patagónica del Senasa.
La metodología se basa en un trabajo de binomios conformados por un inspector guía y un perro adiestrado, que facilitan y hacen más eficientes las inspecciones de equipajes y transportes. “Actualmente la Brigada canina en la región cuenta con cinco binomios, compuestos por los inspectores guía, tres perros de raza Labrador y dos perros Beagle”, señaló.
La Brigada canina del Senasa lleva a cabo su tarea en un marco de total respeto de las normas de bienestar animal. “Tanto desde el organismo como desde todos aquellos que participamos de la educación, adiestramiento y trabajo, nos aseguramos de procurar a nuestros compañeros caninos la contención, el buen trato y fundamentalmente aquellos aspectos que hacen al bienestar animal: una buena alimentación e hidratación, un ambiente apropiado, una correcta salud y prevención de enfermedades, un correcto desarrollo cognitivo-emocional y la expresión de su comportamiento normal y natural. Esto, desde que ingresan al cuerpo hasta su retiro y ubicación en un hogar definitivo”, finalizó Gobet.