En el Sudeste de la provincia de Río Negro, el área protegida Parque Nacional Islote Lobos posee una imponente belleza escénica y un valioso registro arqueológico. Además, en el lugar encuentra a resguardo la colonia reproductiva de pingüinos de Magallanes más septentrional del mundo.
El 15 de junio de 2022 el Congreso convirtió en ley la creación del Parque Nacional Islote Lobos, el segundo de Río Negro. Ubicado en la ecorregión de monte de llanuras y mesetas y Mar Argentino, el área protegida tiene 19.079 hectáreas.
El Parque fue creado para resguardar su rica biodiversidad, sumada a una imponente belleza escénica y un valioso registro arqueológico. Estos valores le otorgan un gran potencial científico, turístico y económico.
Entre sus islotes (La Pastosa, De los Pájaros, Redondo, Ortiz Norte, Ortiz Sur y Lobos, el más septentrional de todos) alberga una importante diversidad de especies de aves marinas y costeras, incluyendo migratorias.
La zona es utilizada por una gran cantidad de especies de aves marinas y costeras que nidifican y descansan en los islotes y el sector intermareal y se alimentan en los ambientes marinos. Algunas de estas especies revisten distintos grados de amenaza, tales como el petrel gigante, el flamenco austral, el chorlito ceniciento y el playero rojizo, entre otros. Por esta razón, fue declarada Área Importante para la Conservación de las Aves (AICA) por Birdlife International / Aves Argentinas.
Una de las especies emblema del Parque es el lobo marino de un pelo (otaria flavescens), que cuenta con una colonia de reproducción en el afloramiento rocoso que da nombre al área protegida. Esta especie fue intensamente explotada para obtener su cuero y grasa desde fines del siglo XVII hasta mediados del siglo XX. Actualmente, se encuentra protegida en toda su área de distribución, que en nuestro país se corresponde con el litoral atlántico.
Además, el área brinda protección a una colonia de pingüinos de Magallanes (spheniscus magellanicus), la más septentrional de la especie en el mundo, como así también al humedal de manera integral.
En cuanto a la fauna, el sector terrestre presenta elementos florísticos patagónicos en el estrato inferior, incluyendo géneros como Salix, Monttea, Condalia y Prosopidastrum, entre otros, junto a gramíneas esclerófilas (adaptada a largos períodos de sequía y calor). El área marina se caracteriza por la presencia de macroalgas de los grupos de algas verdes, rojas y pardas.
Fuente: Prensa Gobierno Nacional