¿La lechuza y el buho son pájaros de mal agüero? ¿Mala o buena suerte?

 

Es común que cuando la superstición toma a un  animal como representación de la mala fortuna o algo maligno, señalan a la lechuza y al buho como algunos que los más representativos a estos animales.

Esto es como consecuencia que los pobres bichos  corren el riesgo que se los busque para eliminarlos o resulten blanco para su caza y matanza indiscriminada. Las  lechuzas en algunos lugares son víctimas con frecuencia de ser atrapadas y quemadas ante la creencia que son la forma animal de las brujas.

En otros lugares, y aunque muchos no lo crean, el que está en peligro es el  pequeño y hermoso colibrí, a raíz que algunos lo utilizan en rituales amorosos, como los llamados amarres, recomendados por curanderos o considerados adivinos o videntes, quienes usan al bello pájaro para la ceremonia y por lo tanto en algunos lugares la especie ha disminuido.

Especialistas afirman que estas creencias se remiten a los tiempos prehispánicos de la cultura maya, en la que se asociaba a un pájaro denominado “Tunkuluchu” o “Tecolote” que la asociaban con el “Xibalba” conocido como del inframundo maya del que se creía que su ulular anunciaba la muerte de las personas.

Además de los pájaros mencionados se afirma que había otro conocido como “Moan” muy parecido a las conocidas lechuzas.  Otros pueblos prehispánicos de la zona del Valle de México los buhos y guajalotes estaban relacionados con la figura de “Mometzcopinqui”, o sea “Las brujas” prehispánicas.

Una leyenda relacionada afirma que eran mujeres que cada noche se quitaban las piernas para convertirse en aves y salir en busca de bebes y pequeños niños, con el propósito de robarles su sangre para alimentarse.

La creencia de estas mujeres que pueden transformarse se extendió y la leyenda sobrevivió de la mano de los “nahuales”, otra figura sobrenatural que se transmutaba de un ser humano a un animal durante las noches.

Otras  leyendas o creencias señalan también a la lechuza por tener el poder sobrenatural  de su ulular, canto o chistido, similar a las mencionadas mexicanas que las brujas se convierten en lechuzas y procuran chupar la sangre de los bebes.

Quienes han estudiado el tema aseguran que el canto de estas aves o el sonido como de la lechuza o el buho es  triste, aunque  su silencio es interpretado como una señal de prosperidad. Los mismos expertos explican que en Egipto la lechuza simboliza la muerte, la noche, el frio y la pasividad.

En China se considera a la lechuza como la anunciante de calamidades y se cree que los buhos no aprenden a volar hasta arrancarle los ojos a sus padres.

Retornando a nuestro país podemos añadir que el “Cachirù” es una divinidad maligna similar al “lechuzòn”, que le arrebata el alma a los hombres al morir y los convierte en fantasmas.  A pesar de todas estas creencias y leyendas, el pecado de la lechuza es  que se trata de un animal nocturno de vuelo silencioso, ágil para la caza y con un ulular y graznido que ha atemorizado a generaciones.

No obstante, le dan diferentes significados al observar una lechuza, ya que para algunos la aparición del ave significa paciencia y hay que actuar como ella, con calma y tranquilidad, para otros su vuelo nocturno puede significar protección a los muertos, ya que al abandonar el mundo físico, el espíritu se encamina a un universo desconocido y que debes poner más justicia en sus decisiones.

Otros consideran que es común que la lechuza venga del mundo espiritual para transmitir sabiduría, ya que se supone tiene fuerte conexión con los humanos y su inteligencia.

En la cultura preazteca del antiguo México  (Teotihuacán), la lechuza, según las leyendas de allí, estaba consagrada al dios de la lluvia y simbolizaba una criatura demoniaca y un mal presagio.

La lechuza y el buho figuran en la Biblia y en los libros sagrados, en especial en escenas de ruinas y desolación y son consideradas como aves de agüeros siniestros que representan a los judíos traidores y malditos, que no quisieron creer los consejos de Dios y los asocian con el príncipe de las tinieblas.  Sostienen que cuando la lechuza revolotea sobre una casa, anuncia la enfermedad de alguien y si canta tres veces, la muerte.

Los lectores deben comprender que son numerosas las leyendas y supersticiones  que surgen de su silencioso vuelo y su aterrador canto y le atribuyen a esta ave nocturna la muerte y las catástrofes.

Para culminar, digamos que el soñar con lechuzas y buhos se lo vincula con la posibilidad de enfrentar un problema incómodo y te indica que es conveniente escuchar a alguien que te aconsejara convenientemente.

Texto: Eduardo Reyes, escritor de Viedma

Las Grutas  – – Río Negro

 

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