Una cliente viedmense de un banco privado inició una causa judicial por daños y perjuicios contra la entidad bancaria. Relató una serie de hechos que, en la práctica, habían llevado a la entidad a ubicarla en categoría 5 de morosidad, lo que había comprometido su “credibilidad financiera”, según destacó en la denuncia.
El proceso pareció revolverse con un acuerdo homologado por el juez civil de la capital rionegrina. En ese convenio, el banco Supervielle, según lo identificó un comunicado de la Justicia rionegrina, se comprometió a abonar a la vecina $1.400.000 y removerla de su condición de deudora.
Como parte del reclamo, la clienta desistía de continuar el proceso y también de concurrir a Defensa del Consumidor.
El banco tenía 10 días hábiles a partir de la homologación del acuerdo, que fue a finales de marzo de este año, para hacer efectivo el pago. Además, debía quedar en cero cualquier eventual saldo deudor. Para ello, la entidad crediticia tenía también 10 días para expedir un libre deuda.
Sin embargo, el banco no cumplió. Entonces, la vecina debió iniciar un proceso de ejecución por “incumplimiento de lo acordado en la sentencia homologatoria”. El juez resolvió a su favor, e intimó a la entidad bancaria a cumplir en cinco días “bajo apercibimiento de aplicar en concepto de astreintes $ 10.000 diarios por día cada día hábil de incumplimiento”.
Fuente: Dirección de Comunicación Judicial – Poder Judicial de Río Negro