La gran Meseta de Somuncurá (como alguien dijera: un secreto de remotas edades en acecho) está llena de misterios y de sorpresas: el agua milenaria de La Gotera, el ritmo de los “pozos que respiran”, las piedras pentagonales en la cima de los cerros, el carácter del cerro Corona Grande, las “pilas de monedas” y un sinnúmero de leyendas que “viajan del mito a la realidad”.
¿Puede ser este cráter de 5.000 metros de diámetro el mayor del mundo, cuándo el de Arizona solo mide 1.500?
Analizada la aleación de las muestras tomadas los investigadores se detectaron aluminio, níquel y cobalto ¿hablan de un misterio mayor? Tal vez, porque en la meseta como su topónimo en lengua mapuche lo declara “las piedras hablan”.
Jorge Castañeda
Valcheta (Río Negro)
Reedición
¿Un meteorito dejó un cráter gigantesco en la Argentina?: investigan su origen y su parecido a la Luna y Marte
En Chubut se encuentra Bajo Hondo, un pozo de casi 5 kilómetros de diámetro que pudo haber sido mal catalogado durante décadas. Un organismo estatal español se acercó a estudiarlo por su condición de “análogo terrestre” de los cráteres lunares y marcianos. ¿Cómo surgió en realidad esa cavidad enorme que esconde un registro de millones de años?
El pueblo más cercano está a unas 3 horas. Sin las coordenadas geográficas (S 42º15′ – W 67º 55′) resultaría imposible llegar a destino. Dentro de la inmensa meseta volcánica de Somuncurá, en la provincia de Chubut, hay un cráter de dimensiones colosales llamado Bajo Hondo, cuyo origen se encuentra en revisión después de décadas y que es objeto de estudio porque guarda similitudes con los pozos de la Luna y Marte.
Bajo Hondo es un cráter con forma de taza de 4,8 kilómetros de diámetro. Está incrustado sobre el borde de la ladera sudeste de un volcán llamado Talagapa. Por su cercanía, en los ‘80 fue catalogado como una “caldera volcánica basáltica”, surgida por residuos que liberó la actividad de Talagapa. Pero, a partir de los ‘2000, surgió una nueva versión de los hechos que asegura que el pozo se formó por un impacto de meteorito hace menos de 10 millones de años. Y hoy esa hipótesis cobra fuerza.
“Bajo Hondo tiene todas las características físicas geomorfológicas de un cráter de impacto del tipo simple. En cuanto a sus formas encaja a la perfección con un gigantesco cráter de impacto de meteoritos gigantes”, aseguró Maximiliano Rocca en diálogo con Infobae.
Rocca es analista de sistemas, pero se dedica a la geología becado por la organización The Planetary Society de California. Él vio por primera vez Bajo Hondo en imágenes del satélite Landsat de la NASA en julio de 2000. Desde entonces, quedó “embrujado” por el cráter y se dedicó a estudiarlo a fondo, y a intentar comprobar su hipótesis de que esa cavidad inmensa se gestó a partir del estallido de un asteroide o cometa de unos 250 metros de diámetro.
El interior de Bajo Hondo fue por mucho tiempo geológico un lago y parte de su suelo está hoy cubierto por sedimentos lacustres; un registro vívido de los cambios climáticos ocurridos en la zona durante los últimos 10 millones de años. Tiene también los bordes levantados -“sobreelevados” en la jerga geológica- entre 100 y 150 metros respecto del suelo circundante, lo que es una característica típica de los cráteres de impacto.
Texto complementario: INFOBAE