Estoy pensando: “Los senadores son voraces, nada les alcanza y dan vergüenza ajena”

 

Estoy pensando que los honorables senadores, llamados los Padres de la Patria, fatigan con su descaro nuestra paciencia. Son voraces, nada les alcanza y dan vergüenza ajena.

Ha trascendido se aumentaron sus dietas y pasarán a cobrar 9.000.000 mensuales, en una situación de hambre y miseria donde todo está destruido. Y a tres días de un nuevo aniversario del fallecimiento del General San Martín.

No entienden nada. Contra estos señores lucharon muchos argentinos de bien, por ejemplo el doctor René Favaloro, pero no se puede contra los molinos de viento. “La Patria es un dolor que nunca cesa”, dijo el gran Leopoldo Marechal al ver la indignidad de quienes la ultrajan y trafican.

Y algún desganado domingo vuelven a sus provincias a darnos lecciones de moral. Así estamos…

 

Texto: Jorge Castañeda, escritor de Valcheta (Río Negro)

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