Según se sabe, el hipocampo del mar patagónico “integra un grupo de peces que pertenece a la familia Syngnathidae”.
En una antigua revista “Muy interesante” se explica que “la palabra Hippocampus, nombre del género que abarca a todos los caballitos del mar del mundo, significa “caballo curvado”. En particular, en nuestro caballito de mar, el nombre específico “patagónicus” se refiere a la región donde fue descubierta la primera población descripta de la especie, la bahía de San Antonio, en la provincia de Río Negro, en la Patagonia Argentina”.
Si bien este pintoresco caballito de mar en nuestra bahía, hay registros esporádicos en las localidades de Puerto Pirámides y Puerto Madryn, en la provincia del Chubut.
Más allá del interés que despiertan en los turistas que se allegan a Las Grutas, debemos saber que se encuentran entre las especies que están en mayor peligro de extinción.
Tal es así que la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza ha incluido en la Lista Roja de Especies Amenazadas a casi todas les especies descritas de caballitos de mar, entre ellas nuestro caballito, de igual forma, lamentablemente, que la mojarrita desnuda de Chipauquil.
Es por eso que lo debemos preservar como a todos los recursos de nuestro litoral marítimo para que no se extingan, muchas veces por desconocimiento y otras por desidia.
“Caballito de mar / tú que aguas profundas ondulas / cuéntame fabulas de pulpos y medusas. Platícame de reinos marinos, / del rumor de las caracolas / y de sirenas enamoradas sobre las olas. / El mágico eco de ballenas y delfines / solféame junto a querubines. / Juguemos caballito a juntar estrellas; tú las traerás del fondo del mar / yo alcanzaré del cielo todas ellas”.
Texto: Jorge Castañeda
Escritor – Valcheta
Foto ilustrativa