Tres ladrones asaltaron un gimnasio en Viedma y robaron entre $100.000 y $200.000, según distintas fuentes periodísticas, y también llevaron violentamente celulares. Uno de los delincuentes le habría colocado un arma de fuego en la cabeza a una mujer.
El hecho ocurrió el lunes aproximadamente a las 20 en el lugar conocido como gimnasio Tutor, situado en la calle Dorrego al 400. Uno de los propietarios es la ex concejal y actual legisladora rionegrina Roberta Scavo.
Los asaltantes irrumpieron sorpresivamente y a los gritos. Dos de ellos llevaban sus rostros cubiertos con pasamontañas y otro estaba a cara descubierta.
“Acá entra y sale gente todo el tiempo y por la velocidad que tenían (los ladrones) pensamos que era un chiste”, expresó Scavo en una nota publicada en noticiasnet.com.ar, luego de presentar la denuncia en la Comisaría Primera.
Trascendió que uno de los ladrones pasó del otro lado del mostrador de la recepción para reclamar airadamente la entrega de dinero, por lo cual la encargada entregó la recaudación y otro monto que guardaba en un sobre, producto del pago de un alquiler. También entregaron a los ladrones dos teléfonos celulares.
En medio del atraco, uno de los malvivientes le puso una pistola en la cabeza a una clienta, obligando a otras cuatro que se encontraban en la recepción a tirarse al suelo.
Escaparon en un auto
Con el botín en su poder, los delincuentes escaparon por la calle Dorrego y subieron a un vehículo de color gris que los estaba esperando, por lo que habría al menos un cómplice más. Se presume que el auto era un Renault, posiblemente modelos Fluence o Logan.
Scavo mencionó que ni bien tomaron conocimiento de la huída da de los delincuentes, llamaron al Comando de Emergencias 911, cuyos operadores enviaron a ese edificio un patrullero policial.
Posteriormente, concurrieron integrantes del Gabinete de Criminalística, quienes se abocaron a realizar los peritajes de rigor, como la toma de huellas dactilares halladas en la escena. Trascendió que habrían recogidos algunas importantes de un acrílico de separación que la firma mantiene desde la época de la pandemia de coronavirus, como parte de las medidas para minimizar los riesgos de contagios.
Como es habitual en este tipo de hechos, se buscaron imágenes de cámaras de seguridad, tanto públicas como privadas, con el objetivo de seguir el rastro de los ladrones. Entre otros indicios contaban con los testimonios de los propios damnificados. El dato del auto también era relevante,
Fuente: La Mañana de Cipolletti
Foto: NoticiasNet